lunes, 13 de diciembre de 2004

Me refriego otra vez entre tus huesos como para nacer limpia, pero este ardor me está quemando, tú sabes cómo son las cosas cuando estamos solos en una habitación, todo se vuelve hacia nuestros cuerpos vehementes.
Trato de alcanzar tu alma y en un minuto de gracia logramos unirnos, ya nada nos soporta, sí estoy sedienta, tú sabes que podría estar toda la noche en esto, mi alma ansiosa y jadeante pide de nuevo que me vuelvas a coronar, a convertir en princesa, necesito mantenerte dentro de mi porque ya no sé quién soy...y logro hallarme sólo cuando me salvaguardas para tí.

No hay comentarios.: