lunes, 13 de diciembre de 2004

Cuánto tiempo llevo buscándote amor, mis besos, mis caricias, todas mis miradas ahora descubrí que eran para ti, cada milímetro de tu piel la llevo incrustada en mis poros y eras tú ese ser especial que yo sabia que tarde o temprano llegaría a mi vida.
Como una sombra a veces te soñé y siempre estabas ahí...esperando mi llegada
Quizás el destino nos ha deparado esto o quizás somos nosotros los locos que creemos que esto es real...nuestros extraños sentimientos nos trastornan y tu me necesitas y yo desesperada intento seguir tu aroma, ese que me mantiene despierta y que me hace saber que aún estoy viva y que por primera vez soy feliz.
Si ahora sé que no me recuerdas a ninguno y que esos fantasmas se han ido.
Se me vienen a la mente todos los versos y besos que siempre quise compartir, pero aun tengo miedo, el daño siempre esta presente.
Un día cualquiera dejaremos de sentir esto, algo tan bueno no puede ser eterno.
Me refriego otra vez entre tus huesos como para nacer limpia, pero este ardor me está quemando, tú sabes cómo son las cosas cuando estamos solos en una habitación, todo se vuelve hacia nuestros cuerpos vehementes.
Trato de alcanzar tu alma y en un minuto de gracia logramos unirnos, ya nada nos soporta, sí estoy sedienta, tú sabes que podría estar toda la noche en esto, mi alma ansiosa y jadeante pide de nuevo que me vuelvas a coronar, a convertir en princesa, necesito mantenerte dentro de mi porque ya no sé quién soy...y logro hallarme sólo cuando me salvaguardas para tí.